75 Aniversario
Con gran alegría en nuestros corazones y agradecidas con Nuestro Padre Dios, celebramos un año más al servicio del más necesitado en el Hospital de la Tarahumara.
Palabras de Hna. Lupita García Ramírez
CARTA DESDE EL CORAZON PARA AGRADECER
Querida Tarahumara… Querido Sisoguichi… Querida Comunidad del Hospital de la Tarahumara… “Me arrodillo ante Onorúamre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones” (saludo de San Pablo).
Estas líneas llevan… y canta… todo mi ser… un “GRACIAS” infinito a Dios..
Porque corre la sangre en mis venas que oxigenó esas maravillosas montañas llenos de pinos, los bellos paisajes de ríos, puestas del sol y cielos estrellados con los que mis ojos miles de noches soñaron… GRACIAS!
Porque mi esquema se restructuró al conocer a mis Hermanos Rarámuri para
enseñarme al Verbo encarnado en esta fascinante cultura… GRACIAS!
Porque mis manos pudieron posarse en los Enfermitos, que a través del servicio del laboratorio de análisis clínico, pude ver el universo interior de su cuerpo y ayudarlo a sanar… GRACIAS!
Porque marcado está mi corazón con el paso de Todos Aquellos que acompañaron mi caminar de 25 años en esta misión… GRACIAS!
Porque Dios nos concede seguir haciendo presencia a través de estos 75 años, con nuestra Congregación de Hijas Mínimas y el gran Equipo que se forma entre Médicos, Profesionales de la salud, Enfermeras, Estudiantes, Personal de apoyo, Voluntarios y Bienhechores… GRACIAS!
Porque ahora, mi camino está rodeado de volcanes imponentes, montañas llenos de cultivos que parecen miles de alfombras y selvas cubiertas por árboles frutales y flores que viven todo el año porque no existe el invierno… este es el lejano País de Ecuador, donde también existen increíbles Personas y cultura diferente…. GRACIAS!
Los 4488 km de distancia entre la Sierra de la Tarahumara y Ecuador solo me separan físicamente, abrazo a cada uno de los presentes con mi pensamiento, con mi espíritu y con mi corazón, muchas FELICIADADES.
Onorúame puede hacer infinitamente más de lo que pedimos o entendemos. A El sea dada la gloria en esta misión de Tarahumara y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén.
Hna. Lupita García Ramírez
Puyo, Ecuador