CASA DE FORMACIÓN

El llamado de Dios a la Vida Religiosa, incluye previamente la vocación universal de todo hombre de entrar en amistad con Él y de ser lo que es Cristo: Hijo del Padre, Hijo de la Virgen Madre y Hermano de todos los hombres.

Por su misma naturaleza, la vocación es un don que indica gratuidad por parte de Dios, esto es: un don de amor. Por consiguiente, un don definitivo e irrevocable que tiene como raíz el amor.