HISTORIA
El 25 de marzo de 1886, en la Diócesis de León, Guanajuato, México, el Siervo de Dios, Arcediano D. Pablo de Anda Padilla, fundó la Congregación de Hijas Mínimas de María Inmaculada en favor de los pobres y necesitados.
Su primera colaboradora fue la R. M. Mercedes de S. San José Reyes, a quien comunicó su ESPÍRITU, basándose en las palabras de San Juan: «Dios es caridad, el que vive en la caridad vive en Dios y Dios en él».
En este camino hacia Dios no están solas; su Madre Santísima les ha precedido en su maravillosa actitud de acogida a la Voluntad de Dios: de Ella aprenderán las virtudes que les ayuden a vivir el espíritu de la Congregación: CARIDAD, CELO APOSTÓLICO, DULZURA, DISPONIBILIDAD, HUMILDAD, SILENCIO EN TODAS SUS DIMENSIONES Y SENCILLEZ.